NO FUE UNA NOCHE CUALQUIERA



Íbamos los dos juntos
por una vereda estrecha,
llovía un poco, y la luna
tenía color de canela.

Era redonda la luna,
cara de madre serena,
y con sus manos tejía
enaguas de rica seda.

Parecía una hilandera…
Sus hebras de plata fina
se enredaban en la hiedra,
las palomas en sus nidos
se arrullaban en las cercas,
y la hilandera hilaba
con cara de madre buena.

Esa noche no hacía viento,
tenían quietudes las piedras,
las montañas en silencio
estaban todas muy quietas,
de lejos se divisaban
las luces de las luciérnagas,
las amapolas dormían
destilando sus esencias.

Hablamos de muchas cosas,
de alegrias y tristezas,
y nos juramos amor
cerca de una fuente bella.

Teníamos que caminar juntos,
andar por muchas veredas,
a veces la vida es dura,
aunque estando siempre juntos,
la haríamos muy bella.

Qué bonito era el amor..
cuando se quiere de veras
los rios bajan muy rápido
y las fuentes no están secas.

Bajamos por las acequias
besando a las azucenas,
las amapolas dormían,
las ranas cantaban cerca…

Entonces aquella luna
que tejía enaguas de seda
nos cubrió con aquel manto
que tejió en la alameda,
y nos cubrió a los dos,
con toda su sutileza…

Y a ti te peinó tu pelo
con unas bonitas trenzas
que las hizo aquella noche
con plata de finas hebras…

Me cogiste de la mano
con una caricia tierna,
y yo besaba tus labios
bajo aquella luna llena.

Tus labios eran de nácar,
parecías una sirena,
las rosas abrían sus pétalos
y brillaban las estrellas.

Las campanas de una ermita
tañían de forma lenta,
ya era la media noche,
y los cipreses llorando
parecían estatuas muertas.

Regresamos muy contentos
saltando de cerca en cerca,
con nuestras manos unidas
y con las almas etéreas.

No había nadie en la ciudad,
cerradas todas las puertas,
solo estábamos tu y yo
jugando por las aceras.

Nadie supo aquella noche,
que nuestro amor renació
en una estrecha vereda.
Solo lo sabía la luna,
que iluminó nuestro amor…
a la luz de las estrellas..

Aquella noche de luna,
no fue una noche cualquiera…

A MI MADRE


( A mi madre con todo mi amor y mi cariño)

Han pasado pocos dias
desde que te fuiste en silencio,
pero tenemos ganas de decirte
lo mucho que te queremos.

Hoy quisiéramos, como siempre,
darte muchos besos…
pero nuestras manos intentan abrazarte
y las lágrimas se hunden en nuestros pechos.

La otra noche tú nos hablabas,
nos hablabas en un sueño,
y nos decias que no nos preocupáramos,
que tú nos cuidabas desde el cielo.

Y nos cogiste en tus brazos
como cuando èramos pequeños,
pero no nos acostumbramos al silencio…
ese silencio que a veces nos ahoga
porque en ti nunca existió eso…

Una tarde al anochecer
te vimos junto a un lucero
parecía que tú nos sonreías
y nos mandabas tus besos.

Por los caminos del cielo
alumbra la luna llena,
las estrellas estás hechas
de luces, sol y poemas
y de tus miradas tiernas…

Todas las noche la luna,
nos sonríe al morirse la tarde,
y es entonces cuando creemos
que tú nos estás besando, madre…

HE SOÑADO CONTIGO


Ayer estuve solando contigo, no sabía que soñaba....
En la chimenea de mi alcoba crepitaban las llamas, los leños ardían y la tarde se apagaba detrás de la ventana.
Yo te veía en mis sueños que entrabas en mi alma, para quedarte conmigo siempre… Y con estos pensamientos ya llegaba el alba…
Te he visto caminar por las estrellas lejanas, y yo…sintiéndote en mi propia nostalgia.
Sobre la quietud de mi almohada, te sueño que estás tú tambien enamorada…. Te sueño como a una princesa de los cuento de hadas, como a una sirenita con los cabellos de plata.
Quiero quererte mucho y que te metas en mi alma, quiero verte conmigo siempre muy enamorada…. Contigo ya no me da miedo el vacío que yo tenía en mi alma, el frío que me helaba si saber que tu allí estabas….estabas esperándome, pero yo no te encontraba….
Yo quiero amarte mucho con un amor sin pausa, con un amor infinito como los Dioses aman, como los astros, como las estrellas aman a la noche en calma…Y que tú me ames a mí para que nadie nos separe nunca, porque va a triunfar el amor por encima de las murallas…

Siento celos del leño que acaricia la llama… acaríciame mi amor, ya nunca de mi lado te vayas…

YO TE RECUERDO COMO ERAS



Yo te recuerdo como eras en el último invierno.
eras toda ternura y el corazón en calma.
de tus ojos salían las llamas del otoño,
y las hojas de los árboles caían en tu alma.

Te estrechaba entre mis brazos como una enredadera,
las hojas de ese otoño hablaban con tu alma,
hoguera de estupor en que mi sed ardía.
flor de jacinto azul, sonrisa dulce y tierna.

Siento viajar sobre tus lindos ojos,
pero el otoño fue muy frio, y se quedó en casa
allí donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.

Eras como la luz de luna, sensible, dulce y cálida,
yo te recuerdo como el amor de fuego, de estanque en calma,
más allá de tus ojos ardían los luceros….

hojas secas de otoño hablaban con tu alma...

CUANDO YA TE HAYAS IDO


Cuando ya te hayas ido,

me refugiaré en mi soledad,
me cubriré con el manto de la tristeza
y en mis sueños te volveré a encontrar.

Andaré por la negrura de la noche

recordándote otra vez un año más,
y pensaré que todo es como antes,
pero todo ya es pasado y tú no existirás.

Cuando ya te hayas ido,

y sepa que jamás volverás,
entonces me refugiaré en el silencio
y me dormiré queriendo no despertar.

Ahogaré mi pena escondiéndome del mundo

aquel camino ya no lo volveremos a andar,
ahogaré mis lágrimas en un lugar secreto,
para que ya no puedan volverse a escapar.


Te fuiste como el silencio de la noche,

mi alma la viniste a robar,
viviré nada más para vivir
y moriré sin dejarte nunca de amar.

HAS LLEGADO DEL ENSUEÑO MISMO


Has llegado del ensueño mismo,

casi sin yo esperarlo,
rompiendo ataduras imposibles
con tus labios sagrados.

Porque tú en mis sueños,
fuiste un momento mágico,
con tu mirada dulce,
con tu voz de risa y de canto.

Te diste cuenta de mi angustia,
llena de besos amargos…
adivinando en la inquietud del alma
amores no fraguados.

Porque en mis sueños tu beso 
te salió del alma y no sólo de tus labios,
sabor tierno que se convirtió,
en rosas de milagro.

Yo adiviné en ti toda la ternura,
que yo esperaba ya cansado,
donde confiada la tristeza
pudo dormir un rato.

Yo veía a todas las noches
enjoyadas de astros;
y tú paseando por la luna
de color celeste claro.

Tus ojos eran luces,
llenos de seda tus párpados,
y yo te miraba y sonreía…
eran sueños dorados.

Sentí envidia de la luna
enredados sus cabellos en tu mano,
y es que yo te sentía tan cerca
que me estaba enamorando…

Las horas se pasaban como un vértigo,
que se fueron, volando...
pero al fin tú me miraste y sonreías,
y me diste la mano.

Hoy este mensaje de añoranza ingenua,
te lo envío persiguiendo tu rastro
por las rutas profundas del silencio,
con instinto de vuelo de pájaro.

Podrá llegar a ti casi sin fuerzas,
sin rumbo equivocado,
ala de miedo, pico de nostalgia,
corazón de fracaso.

Y allá donde reposan los recuerdos,
sobre tu pecho cálido,
tímidamente te dirá al oído
que contigo es imposible otro fracaso.

Y allí, quizá, en ese tu pecho cálido,
ya encontré al fin el refugio
del amor que yo iba buscando

y la ternura de tus besos cálidos…

ESTA NOCHE NO PUDE DORMIR


Esta noche no pude dormir,
aunque tenía mucho sueño…
Me estremecen los niños
que tienen hambre
y duermen en el suelo…

Me acuerdo de que hay versos
que encerrados en jaulas
producen vértigo
y duermen en el silencio…

Y de las guerras sucias,
de tantos inocentes muertos…
por eso esta noche
no me seducen los sueños.

Me acordaba de los besos que no dí,
de los abrazos sin besos,
de los lutos del amor
de inalcanzables recuerdos…

De las palabras que se dicen con rabia,
de los poetas que escriben sus versos
para decirle y gritarle al mundo
que la poesía puede ser el remedio…

Esta noche no pude dormir,
porque además de todo eso,
tú no estabas junto a mi…

y yo te sigo queriendo…

SI ESE DIA ALGUNA VEZ LLEGARA


Si se apagaran las brasas 

del calor de tu fuego,
y entre cenizas tan solo
me quedara el recuerdo…


Si el polvo de tus promesas
se las llevara el viento, 
y la luna me viera llorando 
porque esta noche no tengo
el fuego de tu mirada 
y ese calor de tu cuerpo
que un día prendí entre brasas
cuando jugamos con fuego,
amándonos a escondidas 
amándonos en silencio...


Si ese día alguna vez llegara…
Te seguiria amando en silencio...

A VECES ENCUENTRO TUS SILENCIOS

A veces encuentro tus silencios
en las mañanas desnudas…
las noches ahora son para mí eternas…

Siempre te recuerdo y a veces, en mitad de la noche,
como casi siempre hacías,
regresas a mis pensamientos…
olvido todo y paso la noche
besándote en la boca, y siento tu vida
muy cerca como siempre hacía…

Te  encuentro entre las sombras.
Allí estás,
como el viento, como las olas altas y solas,
como ese mar que
tras una larga tormenta…
...se reconcilia consigo mismo y ahora…