ROMANCE A MI GITANA



( Para Loly con mi cariño )

Te conocí en una playa,
un domingo por la tarde,
tu cara tenía magia,
ibas vestida de encajes,
tus ojos eran tan grandes
que parecían dos corales.

Tus labios eran dos flores
de terciopelo y granates,
se veían tan brillantes
que parecían dos diamantes.

Cogí tu mano, gitana,
cinco rosas suaves, suaves,
eran tus dedos, gitana,
como un milagro en la tarde.

Te cogí por la cintura,
gitana, llena de encajes,
y rezamos a la Virgen
Virgen de las soledades.

Esa tarde me besaste
con tus labios de rosales,
y yo te besé los tuyos
con aromas de azahares.

Yo te contaba mis penas,
y tú a mí tus soledades,
y me dijiste gitana
que tenías muchos males.

Siempre te amé, mi gitana,
con un amor siempre grande,
nos amamos en silencio
¿recuerdas?,
cuando caía la tarde.

Tus besos eran muy suaves,
allí en aquellos pinares,
fueron los mejores besos
que conocí en una tarde.

Un día te fuiste muy lejos
sola con tus soledades,
y me dejaste dolido
cerca de unos manantiales.

Te quise mucho, gitana,
como no te quiso nadie,
te entregué mi corazón
de nácar, seda y de sangre.

No volveré nunca más,
a aquella playa tan grande
donde yo te conocí
un domingo por la tarde.

Y es que ha ocurrido, gitana,
que en este mundo cobarde,
ya no eres como eras, mi gitana,
ya no eres como antes,
cuando yo te conocí
en la más hermosa tarde.

Te extrañaré, mi gitana,
te extrañaré y tú lo sabes,
sobre todo aquellos besos
que sabían a azahares...

TE QUIERO REGALAR



Te quiero regalar,
para que me recuerdes,
un beso cálido y sincero,
un trocito de mi corazón,
un gesto de amor.

Una mirada al cielo,
un poema de pasión.
una noche de sueños,
una tarde de caricias,
una noche sin silencio.

El calor de una sonrisa,
la ternura de una flor,
y unos labios que te den
para ti el mejor sabor.

Un arroyo de canciones,
una perfumada flor,
una nube de algodón,
para vivir la ternura
solos los dos: tú y yo...

Te quiero regalar, también,
una bello atardecer,
igual que las flores
esperan el rocío al amanecer.

Te quiero regalar
un te esperaré,
porque si no es para amarte,
otra cosa no podré hacer...

TE PINTARÉ UN CUADRO



( Para Flor chilena con mi cariño )

Voy a pintarte un cuadro
con un pincel de terciopelo,
voy a retocar tus labios
con los suspiros del viento.

Voy a colorear tus ojos
de un color azul del cielo,
para brillar como el sol
y te envuelva de misterio,
para llenarte de amor
en una noche de sueños.

En tu boca unas palabras
que digan un sí te quiero,
en tus labios la sonrisa
del amor que nos tenemos.

Hoy quiero darte ese cuadro,
porque yo sé que mañana,
a la salida del alba,
partirás veloz y rauda,
y siempre recordaré
todo ese amor que contagias...
cuando te vea partir...
oiré tu adiós con mi alma...

Voy a extrañarte mi vida,
voy a extrañarte mi alma,
voy a acariciar tu piel
con las guitarras del alba,
para poder recordar
que era a mi a quien amabas,
¿qué haré yo ahora sin ti?
¿qué voy a hacer si tú me faltas?.

Voy a extrañarte mi cielo.
no sé que hacer, qué decir,
me faltan muchas palabras
para expresar que contigo
se fueron mis esperanzas.

Si algo conservas de mi,
algo que a ti te alcanza,
nunca lo dejes morir,
para soñar...
que un día a mi me amabas...

TE LO ESCRIBÍ EN UN PAPEL



Tal día como hoy,
hace ya muchos años,
te encontré un atardecer
sentada en ese banco,
haciendo barquitos de papel,
en ese banco de ayer,
sí...era un atardecer
yo lo recuerdo muy bien.

Llevabas una carpeta,
y un jersey escocés,
yo dibujaba tus ojos
en un trocito de papel.

Entre las clases de historia,
y las clases de inglés,
nos dijimos que nos amaríamos
escribiéndolo con letras grandes
en otro trozo de papel.

Dibujamos dos corazones,
uno del derecho y otro del revés
y nos fuimos a jugar juntos,
con los chicos al traspiés.

Nos hicimos mayores,
tuvimos que crecer,
y en mis noches de vela
y mirando a la luna
yo te dije que te amaré.

La vida nos separó,
nuestro amor no pudo ser,
pero siempre te recordaré
sentada en ese banco de ayer
haciendo los barquitos de papel.

Hoy encontré en un saliente,
los versos que me escribiste
una noche que me dijiste
que amabas locamente.

Pero muy seguramente,
hoy estarás navegando
con tus barquitos de papel
con otra carpeta grande
y otro jersey escocés.

Cuanto no daría hoy yo,
por ir otra vez contigo
a aquellas clases de inglés,
para escribir juntos de nuevo
dos corazones unidos
en un trozo de papel.

Sumergido entre mil dudas,
con todo mi sufrimiento,
esta noche voy a dormir
entre los brazos del viento.

Y soñaré con tu amor,
y soñaré con el viento,
y te daré todo mi amor...
parece que te estoy sintiendo...

TE ESCRIBI UN POEMA EN LA ARENA



En una playa desierta,
era un dia con mucho sol,
te escribi este poema
estando solos tu y yo.

Yo tenía mucho frío,
tú me diste tu calor,
y en le medio de la arena
este poema nació:

Eres la luz que me alumbra,
eres mi historia de amor,
eres de todo el jardín,
la más bella y linda flor.

Eres mi lluvia de abril,
eres la fe que perdí,
eres mi sueño de ayer,
el más bello amanecer.

Eres mi tibio rincón,
eres mi mejor canción,
eres mi paisaje, mi guía,
eres mi gran ilusión.

Eres mi manantial,
mi bello cañaveral,
eres como una olla
en el medio de mi mar.

En aquella arena
donde te escribí el poema,
nos abrazamos los dos,
y la espuma de una ola
aquel poema se llevó...

Nos amamos en silencio...
fuimos testigos los dos,
y en aquella playa desierta
nuestro amor renació...

TE ESPERARÉ




Te esperaré
donde canten los silencios.
donde terminan mis sueños,
para llenarnos de besos.

Te esperaré,
donde las olas del mar
tocan tu cuerpo con mi cuerpo...
te esperaré
hasta oír de tus labios
un te quiero...

Te esperaré
en el principio y en el fin,
junto a las flores
que cogíamos en el jardín,
donde aun vive la flor
que plantamos
en aquel apartado rincón.

Te esperaré
en mis dulces sueños...
aunque un día
te encuentres muy lejos de mi...
y yo tenga sed de ti.

Te esperaré,
entre el viento y una nube
junto al sol,
en una barca con remos
donde solo quepamos los dos...

TE ESCRIBÍ UN POEMA



( A Mis Trujillo 1962)

Te escribí un poema
y me vino de regreso,
ese poema murió
en los labios de tus besos,
nunca tuve una respuesta,
fue preso de tu silencio.

Te lo volví a enviar
en una carta lacrada,
y la carta no llegó,
se perdió una madrugada.

No pudo ser enterrado
porque no hay cementerio
para los versos que mueren
siempre solos y en silencio.

Quiero buscar el poema
que una tarde se murió
en los labios de tus besos,
pero no lo encontraré
porque tú lo has enterrado
en la sombra de tus sueños
que guardan tus pensamientos.

Quizá se haya ido al mar
y estará entre las olas,
o quizá esté dormido
dentro de las caracolas.

Hoy me queda la amargura
del porqué no lo leíste
cuando te envié la carta
una noche que te fuiste...

SI TE PREGUNTAN



( A Manuela con mi cariño )

Si algún día te preguntan,
quien fui o quien era yo,
responde que era armonía,
diles que también fui amor,
que fui amigo del alma
de todos a los que él amó.

Que fui mañana o fui noche,
con luz y con resplandor,
que fui cigarra y libélula
para cantar y volar
con todos los que él amó.

Pero si otro día te preguntan
quien fui o quien era yo,
diles que me enamoraba
la ternura y el candor
de las mujeres sensibles,
de las que me daban calor.

Y si otro día te preguntasen,
de nuevo quien era yo,
diles que fui un poeta
con alma de soñador,
que me hubiese gustado ser
tan tierno como es tu amor,
con alas de ruiseñor
para poder volar siempre
a la casa de tu amor.

Diles que a veces soñaba
y que lloraba de amor,
que me gustaba el amar
y soñar con el amor.

Pero si insisten en preguntar
todavía quien era yo,
diles que los poetas
acunan la vida con amor,
como las olas del mar
a una embarcación,
diles que los poetas nunca mueren
solo dejan de soñar
porque yo era un soñador...

SUEÑOS ROTOS



He olvidado
los arco iris de colores,
las mariposas volando,
porque nunca contigo los ví.

He olvidado,
el nombre de todos los recuerdos
y de todas las sensaciones
que siempre te dí.

He olvidado,
el sabor de los besos robados,
que jamás los robé
porque no me atreví.

Son los sueños rotos
que siempre yo sentí,
porque tú siempre
te apartabas de mí.

He olvidado,
el timbre de tu voz
al decir un te quiero,
porque nunca contigo lo oí.

He olvidado,
la sensación de una caricia tierna,
que nunca salió de ti.

He olvidado también,
los momentos y recuerdos
que pudimos pasar juntos,
y de aquellos sentimientos,
pero nunca los sentí.

Son los sueños rotos,
de un amor que pudo ser,
fantasías de un alma
que hizo todo lo posible
para que pudiera
haber sido o ser,
pero que la final
no pudo ser.

Un alma que sufría en silencio
por un amor
tan escurridizo como un pez...

SI ME EXTRAÑAS

( A Rosa Amalia con cariño )

Si un dia me extrañas.
si notas mi ausencia,
búscame en mi casa,
búscame en la esencia.

Búscame en los rios,
búscame en la playa,
vete un día al parque
y espérame en el banco
donde me sentaba,
y en aquel otro sitio
donde tú bien sabes
que yo me ocultaba.

Quédate en mi cuarto
y usa mis sábanas,
duérmete en mi cama
usa mi almohada.

Si un día escuchas música,
pon esa canción
que sabes que a mí
tanto me gustaba,
usa mi perfume,
riega bien mis plantas,
léete mis libros
en las madrugadas.

Deja que tu alma
se junte con mi alma
allá en una nube
a la salida del alba.

Si un día yo me duermo,
y nunca más despierto,
piensa que todo
es y será solo un sueño,
y que te esperaré
para recitarte mis versos
junto a las estrellas,
junto a los luceros.

SIEMPRE LO MISMO



Pasé por la larga calle,
aquel era el balcón,
allí estaba aquel nido
de unas palomas blancas,
que ahora está roto y vacío,
porque se fueron a vivir
a las orillas de un río.

Cuando ella se vino conmigo,
todo lo cambió de sitio,
le dio color al balcón,
le dio calor a mi nido.

Puso una maceta blanca
en el medio del pasillo,
donde muy pronto nacieron
lirios blancos y amarillos.

Luego volvió con un gato
que era despierto y muy vivo,
que le mimaba a diario
como si fuera su niño.

Limpió muy bien el balcón.
que estaba sucio y dormido,
y colgó un cuadro de flores
que alegraba hasta el estío.

Una noche que nevaba
quiso quedarse conmigo,
y me pidió ella permiso
para mudarse ahora mismo.

Le dí un abrazo y un beso
entre medio de suspiros,
y nos fundimos los dos
en un ambiente de frío.

Era mi mejor amiga,
compañera de fatigas,
y paseábamos juntos
las tardes de los domingos.

El mundo seguía su curso,
parecía que la vida
se hubiese detenido
en ese instante mismo.

Recuerdo que un dia,
un dia que era festivo,
un día de mucho frío,
subí al trote la escalera
hasta llegar a aquel piso,
para darla la noticia
que al fin nos casaríamos
en la fecha que ella quiso.

El piso estaba vacío,
ni una nota, ni una carta
porque nada me había dicho,
solo el olor y el perfume
de sus preciosos vestidos,
noté que estaba allí el gato
solo y medio dormido.

Un soplo de sangre helada
quebró mis cinco sentidos,
la llamé, no contestaba,
salí al balcón y dí un grito,
se había marchado a otro sitio
y me dejó malherido.

Rompí el tiesto de las flores,
de aquellos lirios tan lindos,
cerré los ojos y quise
volverla a ver en su sitio.

Pero ella allí no estaba,
y mis ojos al abrirlos
me dijeron que es que ella
de allí ya se había ido.

Recogí algunas cosas,
al gato y los lindos lirios,
y me marché cabizbajo
abatido y confundido.

Allí quedaba el balcón,
allí quedaba mi nido,
solo me queda el recuerdo
de un gato que se encontraba
desesperado y perdido.

Somos dos sombras vivientes
que rondan el edificio...
y yo....
yo sigo siendo el mismo...

ROTA



En sus sueños de amor
se ve corriendo en la playa,
tiene miedo al dolor,
se siente sola y abandonada.

Todo se rompió,
como un cristal vacío,
un amor la abandonó,
llora y tirita de frío.

Se encuentra sola y perdida,
como una gaviota herida,
ya no hay luz en su vida,
su alma de tanta pena
la tiene partida.

Por fuera, en la calle,
hace frío en la calzada,
y ella en su habitación
muere de pena tumbada.

Los rayos del sol
calientan su cama
donde ella yace muerta
mirando a la ventana.

Cuando vinieron a enterrarla,
tenía una carta
en su mano agarrada,
muy fuertemente agarrada.

En esa carta dibujó
un gran corazón
con tinta roja y dorada,
y una letras que decían:

Si se pierde la ilusión
por aquel al que yo amaba,
ya solo queda el dolor,
ya no me quedaba nada...

RECUERDOS



( Para Beatriz Quezada con cariño )

Hoy he vuelto a caminar
por las veredas de antaño
donde han crecido pétalos
al cabo de muchos años.

Y he visto en esos pétalos,
mi corazón cansado,
y vientos de nostalgia,
recuerdos olvidados.

Por la ventana abierta
de los silencios cálidos,
un aroma de otoño
a mí me dio la mano.

Y he recorrido sendas,
y riscos y quebrados,
he bebido en los ríos
y dormido en los prados.

Los senderos se han borrado,
los árboles se secaron,
los pastores ya no acuden
a recoger su ganado.

Y aquella ermita blanca,
que existía en aquel prado,
el paso de los años
también lo ha derribado.

¿Dónde estará aquella alondra,
que se bañaba en el río
y alegraba con sus trinos
aquél rincón tan sombrío?

¿Y aquellos jilgueros pardos
que bebían en la fuente,
y las bellas violetas
que crecían en el puente?

Ha pasado largo tiempo,
han sido tantos los años,
que los pelos de la luna
se han vuelto todos muy blancos.

Todo se ha ido muriendo,
ajando y marchitando,
y mi alma dolorida
también se está ya marchando...

QUIZÁ



Quizá algún día puedas
beber otros lindos labios,
pasearte por los puentes,
quizá algún día puedas
beber en mejores fuentes
y acariciar con tus manos
cuerpos desnudos e inertes.

Podría ocurrirte que un día,
sueñes un poco conmigo
embriagándote tu cuerpo
con un olor cálido y limpio.

Quizá algún dia puedas
decir a alguien te quiero,
engañándote a ti misma,
pero jamás en tu vida
olvidarás fácilmente
aquellos besos de amor
que nos dimos un invierno.

Pero un dia,
cuando mires otros ojos
te creerás que son míos
y entonces te darás cuenta
que son dos ojos furtivos.

Podría ocurrir que en tu alma,
sientas un poco de frío,
y en el fondo de ti misma,
sentirás, estoy seguro
un profundo escalofrío.

No sé si me olvidarás,
o si sentiste un gran miedo,
yo ya sé que tú ya te vas,
yo sé que solo me quedo...

POEMA QUE IMPRESIONA



( Este poema puede herir la sensibilidad del lector )

Un palpitar de tambores
bajaban por los barrancos,
que ya anunciaban la muerte
de un hombre negro y esclavo,
se oían por las cabañas,
voces de luto y de llanto.

Hace tiempo él era libre,
mas no puede recordarlo,
le cazaron en la jungla
fueron unos hombres blancos,
que los cazaban con cepos
y con perros adiestrados.

Cogieron a tres millones,
los metieron en un barco,
hicieron la travesía
la más dura que han soñado.

Solo les dan de comer
pescado podrido y malo,
con cadenas en sus pies,
con cadenas en sus manos,
y otros días les dan solo,
plátanos con gusanos.

Todos los negros tenían
el corazón como un paño,
corazón negro por dentro,
con la sombra de hombre blanco,
manos trenzadas al viento,
manos rebeldes, sus manos,
el cuerpo con cicatrices
como los troncos de un árbol.

El hombre blanco no ignora
que son unos seres vivos,
que eran pobres campesinos
en las junglas escondidos.

Al amo le habían contado
que el potro que no aparecía,
y que precisamente había nacido
hacía muy pocos días,
lo había vendido aquel negro
para preparar su huída.

Al negro lo desnudaron,
le ataron a un tronco de árbol,
y le condenaron a recibir
trescientos diez latigazos,
esa era la justicia
de aquellos hombres blancos.

Los gritos de aquel pobre negro
se oían por todos los llanos,
los grillos dejaron de cantar,
no parecían ser los gritos
de aquel negro ser humano.

Gritos implorantes, fieros,
ecos que llora la tarde,
olor moribundo a negro,
risas de los hombres blancos
sepultadas en el tiempo.

Solo se oían los ruidos
de aquellos latigazos
que le dieron sin parar
a aquel negro atado a un árbol.

El esclavo yace muerto,
tiene los ojos hundidos,
más que un hombre parece
un animal fallecido.

Pero aquel hombre blanco
que mató a aquel esclavo
sin tener ningún sentido,
estará siempre muy muerto,
aunque le lata el corazón, amigos,
porque su conciencia le irá diciendo
que ha sido un asesino.

Por los caminos del cielo,
se ven cenizas y olvidos
que entristecen a los hombres
que se sientan bien nacidos.

El negro era inocente,
no era capaz de robar
ni un pequeño saltamontes.
el negro era un buen hombre,
el negro por no tener
no tenía ni un nombre.

Ya le llevan a enterrar
en una caja de pino,
se oye el ladrar de los perros
por la hacienda y los caminos.

Dejan la caja en la hierba,
parece que está dormido,
y el negro más complaciente
le dice así en su despido:

Hermano negro del sol
hermano negro divino,
ya nunca sentirás hambre
ni tampoco ningún frío,
allí arriba serás,
uno de los elegidos,
ya tienes la libertad,
brota como un pequeño río.

Cuando estés allá en el cielo,
reza un poco por nosotros,
me acuerdo que cuando niños
jugábamos con los potros
por las orillas del rió
en la alameda de chopos.

El negro cuando era niño,
al amo le daba asco,
mamaba de su mamá
su leche de color blanco,
y ayer el pobre murió
por las palizas de un blanco.

Qué ironías de la vida,
los lobos de las montañas
tenían todos también
los dientes blancos, muy blancos.

Los hombres blancos decían
que él no ha sufrido tanto,
que son cuentos que se cuentan...
y las gaviotas volando...

Los ciervos por la alameda
son también del color blanco,
vuelan cuervos por la luna
parece que están andando...

Duérmete para siempre, negro,
no sea que el hombre blanco
haya mandado a esos cuervos
para picarte en tus manos.

Los hombres blancos decían
que éramos unos vagos,
y nosotros con dolores,
silenciosos y doblados,
siempre con la pesadumbre
en el alma y en las manos.

Mañana se oirán en los bohíos
voces de luto con llantos,
y el sonido del viento se oirá
entre los negros cánticos,
y los tambores estarán,
a música de muerte tocando...

La noche es bella
la luna ya clarea,
pero para nosotros los negros
hasta las estrellas tienen sus rejas.

Duérmete hermano,
duérmete en la alberca
que es donde te enterraremos
en el azul de la noche inmensa...

Porque tus padre y hermanos
seguirán fecundando
toda la tierra,
para decirle al hombre blanco,
que nuestras manos
son como dos mariposas
que un día
se irán volando...

Se acerca la noche negra,
y se acerca el alba blanca,
el negro no vale nada
el negro no tiene ni alma...

Las gaviotas estaban esperando
a que tú te durmieras
para venir volando...
parece que están viniendo,
parece que están llegando...

Los ríos bajan turbios,
con piedras y llenos de lodo,
con trozos sangrantes de muerte,
con silencios y llantos rotos...

Mañana cuando los negros
oigan caer a la lluvia,
vendrán todos a llorar
allí donde esté tu tumba...

Rojo color de la sangre
salió el sol al horizonte,
y lo primero que hizo
fue alumbrar a la tumba
del negro en medio del monte...

Al llegar la primavera
vendrá en una nube blanca,
una mariposa negra
y una mariposa blanca.

Y danzarán con el viento
a la salida del alba,
y es que las mariposas no entienden
ni de colores ni de razas,
y vivirán siempre juntas
en la tumba solitaria...

PARA SABER QUE TE QUIERO




En el silencio de tus ojos
siempre me pierdo,
en el universo de tu mirada
siempre te encuentro.

En las caricias de tus manos
siempre me pierdo,
en la sonrisas de tus labios
siempre te quiero.

Porque eres toda un sabor
de ricos sentimientos,
sabes a noches y a silencios,
sabes a ternura y a anhelos,
sabes a melodías,
a pasión y a fuego.

Sabes a mi mundo,
sabes a besos,
sabes a amor,
sabes a un amor eterno...

Sabes a suavidad y azúcar,
sabes a lo que yo más quiero,
a la dulzura prendida
en tu alma y en tu cuerpo.

Sabes a sabor del alma,
sabes a bellos sentimientos,
sabes a arco iris y rosas
sabes al sabor del cielo.

Tienes el sabor de estrellas
y de los mismos luceros
dame tu boca mi amor
para saber que te quiero...

NOCHE DE OTOÑO




Noche de otoño,
ruido de viento,
ruidos de lluvia,
verano muerto.

Hojas que vuelan,
los árboles quietos,
rumores de hojas,
silencio inmenso.

La hierba ya no tiene
su olor suave y fresco
como cuando los dos juntos
nos dimos el primer beso.

Íbamos por el campo,
ocultos y en secreto,
ahora el otoño,
y lo mismo que tú y yo
se ha hecho más viejo.

Tú ya no estás,
pero aun te quiero,
y sé que tú a mi me extrañas
porque siempre me lo dice
la lluvia y el viento.

Noche de otoño,
vestida de negro,
y mientras yo me duermo,
te veo en los ríos
de mis recuerdos
y te llevo siempre conmigo
en todos mis pensamientos.

Mientras estoy solo
y en mi cama duermo,
una nube de otoño
viene cada noche
a darme un beso.

Pero hoy,
está la noche estrellada
y vestida de negro,
pero es porque tú no estás
y yo...te sigo queriendo...

MI GUITARRA



Suena, mi guitarra, suena,
aunque mis dedos un día
ya nunca tocarte puedan,
y no suenen melodías
por tener las manos quietas.

Suena, mi guitarra suena,
que mientras te queden cuerdas,
no dejes de sonar nunca,
que no se oigan las tristezas.

No dejes nunca guitarra
que se te apague el sonido,
el sonido de tus cuerdas,
que ya ha salido la luna
y la noche pronto llega.

Un día no muy lejano,
mis manos quedarán quietas,
pero tú no dejes nunca
de sonar en una fiesta,
aunque mis manos ya viejas
ya nunca tocarte puedan.

Suena, mi guitarra, suena,
que el sol ha salido y quema,
y el canto de las cigarras
por el monte y campo suenan.

MI CABALLITO DE CARTON




Caballito de cartón,
cómo jugaba contigo
subido sobre tu grupa
siempre por aquel rincón.

Caballito de cartón,
yo era el príncipe azul,
que buscaba a una princesa
con falda rosa y de tul.

Y cuando ya la encontrábamos,
venía un hada del bosque,
y con su varita mágica
siempre nos casábamos.

Caballito de cartón,
todavía aun lo recuerdo,
cuantas batallas ganábamos
cuando a la guerra jugábamos
estando solos tú y yo.

Caballito de cartón,
¿te acuerdas cuando te ponía
tus herraduras de dos en dos,
que las hacía de madera
para que te encontraras mejor?

Caballito de cartón,
hoy te llevo en mi recuerdo,
y para bien esconderte
te metí en un cajón.

Tu relincho rompió el silencio
recordando tus hazañas,
y con el paso del tiempo,
la gente te ha descubierto,
a pesar de tenerte bien escondido
y estando bien a cubierto.

Ahora ya no jugaremos más,
mi caballito de cartón,
porque seguramente te reciclarán,
y por las praderas del cielo
tu alma trotará y galopará,
y el día que yo me muera,
mi alma con la tuya se encontrará.

Y entonces recordaremos,
mi caballito de cartón,
lo felices que siempre fuimos
estando solos tú y yo
montando sobre tu grupa,
mi caballito de cartón.

LA MUÑECA

Después de tantos años
de pasar por una esquina,
una triste muñeca
parece que me mira.

La muñeca era bella,
con el pelo rojo,
su cara de luna,
sus pendientes de oro.

Tenía la muñeca
una pierna rota,
zapatos azules,
ojitos de mora.

Le arreglé la pierna
que estaba muy rota,
y al sentirse mejor,
la muñeca me dio un beso
y de emoción lloró.

Ahora aquella muñeca
está muy agradecida,
porque gracias a mí,
le ha cambiado la vida.

Se hizo novia de un muñeco,
muy amante de la vida,
y cuando paso por su lado
siempre veo que me mira.

Aunque a mi me parece
que hasta un ojo me guiña,
en agradecimiento
de haberla arreglado
su pierna partida.

LA CONOCIÓ EN UN TREN



Una mujer llamada Zayra Omaet
conoció a una señora en un tren,
ella se sentó a su lado
y mientras hacían el trayecto juntas
ella le dijo: parece que hoy va a llover,
parece que vamos volando,
ya pronto veremos el mar.
verás que belleza tiene el océano.

Y Zayra la contestó:
mira , dentro de poco verás
que abajo en el agua,
los peces parece que lloran,
y sus pequeñas lágrimas
forman el mar y las olas.
Y así juntas y charlando
iban hablando de todo,
de lo divino y de lo humano.

Parece que hoy no hay Dios,
no hay paz, no se ve el amor,
aun hay mucha esclavitud,
y mucha desolación,
unamos nuestras manos
para aliviar tanto dolor,
hagamos un canto al amor.

Aquella señora
que conoció Zayra Omaet
un día misterioso en un tren,
tiene el pelo largo, liso,
es tan tierna y suave
como la piel de un pez,
profunda su mirada,
su alma muy delicada
y untuosa como una nuez.

Aquella mujer del tren
se había separado,
se la murió el amor
en un día cálido.

Ahora en su habitación,
las horas del amor
aun la hacen sombras,
por eso la llenan a cada instante
de una gran desilusión....
y siempre llora...

La vida de ella,
es como un tren que da la vuelta,
es como un tren que se detiene
y te invita a subir
y otra vez se detiene....
se detiene y te abre sus puertas
parece que están siempre abiertas...

Para ella ese tren se derrama
y parece que va gritando
por todas las vías,
si...parece que va gritando,
mientras sigue su camino
circulando y circulando...

Parecía que aquella mujer
que Zayra conoció
un día gris en aquel tren,
no tenía más vida,
pero encontró en Zayra Omaet
la mejor de las sonrisas.

Se encontraba sola, entristecida,
se quedó en la ventana de las sombras,
y se marchó a llorar en las penumbras
no había calor en su alcoba.

Aquella mujer
tan triste y dolorida
quería que Zayra
la salvara la vida,
y Zayra la rehuía
porque quería
que saliera a flote
solo con su energía.

Ahora,
aquella amistad que nació
un día en aquel tren,
va a durar toda la vida,
ambas se quieren y se necesitan
ese es el amor de la vida...

Ahora el paisaje de su nueva vida
tiene muchas flores amarillas,
y Zayra será para ella siempre
el paisaje mas lindo de sus días...

Zayra le decía a Mari Carmen,
que así se llama la pasajera
que un día conoció en un tren
sola y llena de penas:

Camina sin descansar,
en busca de tu nuevo destino,
y una luz sin duda alcanzarás,
y llegarás así a tu nuevo camino...

Una tarde en tu jardín sombrío,
entrará una bella mariposa,
transformando tu corazón tan frío
en un rosal lleno de mil rosas...

HE VUELTO




Hoy he vuelto a caminar
por las sendas del ayer,
y en una barca de nácar
comencé a renacer.

Pasó el tiempo muy despacio,
sin prisas para el querer,
deprisa para el ocaso,
amargo para el revés.

Y a pesar de tantos años,
he podido comprender
que el tiempo todo lo puede,
y a veces...no puede ser...

El río sigue su curso
y las veredas también,
las piedras siguen las mismas,
las fuentes no tienen sed.

Volví a recordar los sueños,
las añoranzas, después,
ayer recorrí tu senda,
mañana...no podrá ser...

EL VAGABUNDO




Se murió al amanecer
cuando la noche vencía
y ya empezaba a clarear
el cálido y nuevo día.

Velaban a su cadáver
la miseria, la esperanza,
y también, qué paradoja,
la diosa de la fortuna
y la sombra de un fantasma.

Tenía un corazón dibujado
en su pecho vencido,
su única herencia
era un pájaro en el hombro
que estaba herido.

Hoy irán a su entierro
cuatro amigos de veras,
un perro y un vagabundo
que compartieron miserias.

Mañana al atardecer,
cuando le cubra la tierra,
florecerán cinco rosas
en el medio de una estrella.

Pero pasado mañana
ya no vendrá nadie,
solo la muerte en traje de luces
dará vueltas por el aire,
aquella muerte que vino
un día presta a buscarle...

EL NIÑO BUENO



Mamá, déjame ir a buscar
los luceros con el viento,
y dar un besito a una estrella,
aunque estén allí tan lejos.

Mi niño, eso es imposible,
las estrellas que me dices
están pero que muy lejos,
y lo mismo les pasa
a los preciosos luceros.

Mami, ¿me dejarás entonces
irme a vivir a una nube?
Mi niño, para subir a una nube
hay que subir mucho trecho,
ya me dirás como subes,
están tan lejos...

Mami, y si me voy un día
y me quedo con el sol,
me quemaré o si no
allí un rato me quedaré
y sentadito te esperaré,
mami,
¿y se me llevo un parasol
para protegerme del sol?

Mi niño, allí hay mucho fuego,
deja eso para luego.

Mamá, ¿puedo meterme en el mar
y jugar con las sirenas
y las estrellas del mar?
Mi niño, para entrar en el mar
hay que saber bien nadar.

Mamá, ¿puedo irme con las hadas
que están al otro lado del mar?
Mi niño, las hadas
viven en los grandes bosques,
y para poder ir a verlas
hay que coger muchos transportes.

Mamá, dime una cosa,
¿puedo irme a ver a Dios,
y ver allí a la Virgen
y darles un beso a los dos?

Mi niño, a Dios y a la Virgen
no se les puede tocar,
solo los hay que rezar
de vez en cuando una oración,
y llevarlos muy adentro
de tu pequeño corazón.

El niño no se cansaba
de preguntar y preguntar,
todo lo quería tocar.

Un día vino a buscarle
una horrible enfermedad,
y en un momento que tenía
de mucha tranquilidad
le dice así a su mamá:

Mami, ya veo que viene Dios,
ya casi le puedo tocar,
le veo que vive en el cielo
y que me viene a buscar.

Vete hijo, vete
a Dios no se le puede contrariar,
si él te quiere a su lado
por algo bueno será.

Y estando agonizando
solo él con su mamá,
entró por la ventana
casi casi de repente
una luz incandescente
que le tatuó en la frente
un lucero azul
y una estrella
brillante y muy verde.

EL MUNDO ES COMO UN POEMA



El mundo es como un poema
que va prendido en el alma,
todo lo que tú me diste
lo llevo metido muy dentro de mi alma.

Si un dia tú te fueras,
y quisieras regresar a mi casa,
te estaría esperando en la luna
te estaría esperando en el alba.

Todo lo que hicimos juntos
lo tienes también en tu alma,
y la mía te recita versos
cuando te despiertas en las madrugadas.

Que sepas que tu alma
la llevo cosida junto con mi alma,
son como esos dos corazones
que laten en medio de la calma.

Eres como un ángel divino
en medio de esta maraña,
el mundo no te comprende,
porque eres tan tierna y tan dulce,
como las calandrias,
que cantan sus trinos
desde mis ventanas.

Y es que el mundo no entiende,
no entiende de versos
ni de ternura ni de nada.

Anoche soñaba contigo,
te decía tan bonitas palabras,
que la luna venía a oirlas
para decírtelas a ti en la mañana.

Hoy contigo y en silencio,
te pido que nuestras dos almas,
tienen que seguir unidas
hasta el final de las albas...

EL MEJOR POEMA



( Para Mariana con mi cariño )


El mejor poema lo he escrito
entre penas y sinsabores,
entre lágrimas y ausencias,
con amores que murieron,
con otros que renacieron.

Entre suspiros del alma,
contemplando a alguna flor,
entre caricias y besos
de un amor que se marchó.

Pero también lo he escrito
cuando tenía un amor,
cuando miraba a sus ojos
que desprendían resplandor.

El mejor poema lo he escrito
con amor y desamor,
como es la misma vida,
con alegría y dolor.

Hoy quiero escribir
el mejor poema
que nunca poeta alguno
jamás lo escribió.

Déjame entrar
dentro de tu alma,
para poder contemplar
las mariposas tan bellas
que van de flor en flor,
por el jardín de las estrellas,
donde solo existe amor.

Si alguien la ve a ella,
decirla que hay un amor
que siempre la espera,
y que reza una oración
por ver si un día
ella pudiese que viniera
para darla la ternura
que jamás nadie la diera.

Y un día, quizá muy lejano,
me gustaría que se sentara a mi lado,
que me cogiera las manos
mientras me dijera: ahora te amo...

EL MAR, LAS OLAS Y EL VIENTO



Tengo tantas ganas
de estar contigo
que quiero compartir
esto que te digo.

No fue un tiempo perdido
el tiempo que pasamos juntos,
más bien fue un tiempo adorado
como cuando éramos niños.

Un día me diste un beso,
y yo me bebí tu aliento,
tenía sabor a la sal
y embriagó todo mi cuerpo.

Paseamos por la playa,
el mar, las olas y el viento
sacudían a tus cabellos
y acariciaban tu cuerpo.

La luna me trae el recuerdo
de aquellos días de misterio,
de las noches de suspiros
cuando me decías te quiero.

Hoy volví a aquella playa
que me trae muchos recuerdos,
tu cuerpo acariciado por las olas,
y mi cuerpo buscando a tu cuerpo...

El mar, las olas y el viento,
parece que te estoy viendo...
yo solo y a la deriva
en medio de un mar inmenso...
Y tú...tú viviendo un nuevo sueño...