TE ENCONTRÉ EN MI SUEÑO



(Dedicada a Loly, mujer especial y muy sensible)

Mi sueño se fue a dormir
a la sombra de un acantilado,
donde la ola de una marea
se fue allí a llorar su llanto.

La fuerza de esa marea
con ese vaivén tan manso,
me subió junto a las rocas
con sus espumas tocando.

El viento me acariciaba
en aquel pico tan alto,
la dulzura de la brisa
a mi sueño iba llamando.

Aquella noche tan fría
las arenas se callaron,
los peces del mar salían
a besar tus pies descalzos.

Te conocí en aquel sueño,
en aquel sueño dorado,
una gaviota en el cielo
también lloraba su llanto.

Tu figura era de nácar,
de terciopelo tu manto,
tu pelo era de coral,
tus ojos perlas de canto.

Una sirena a lo lejos,
con su pelo de azul blanco,
te llevaba de la mano
por las orillas cantando.

Te conocí en aquel sueño
que tu mirada me hablaba,
el silencio de tus ojos
a mi sueño le arrullaba.

Me quedé otra vez dormido
en aquel sueño tan largo,
las aguas de muchas olas
acariciaban tu encanto.

Y en aquel sueño tan largo
donde yo te quise tanto,
las nubes con las estrellas,
también cantaban sus cantos.

Los luceros aplaudían,
la luna se sonreía,
te llamé…ya no me oías,
por el cielo te perdías…

Me desperté de aquel sueño
cuando el día amanecía,
el silencio de la noche
a mi alma enmudecía…

EN EL DORMIDO SILENCIO.



(Dedicado a Abril, mujer dulce, tierna, sensible)

En el dormido silencio
de una encrucijada,
una nube besa el valle
entre al aroma
y el sollozo
de una planta perfumada.

Un recuerdo y una nostalgia
se van mezclando
junto al sol de aquella playa,
donde una sinfonía de espumas blancas
acariciaban
tu cuerpo y el mío
en una noche callada.

Me besaste
con tus labios
que eran pétalos de nácar,
y me dijiste al oído
aquellas dulces palabras
que eran perlas de un otoño
que destilaba tu alma.

De mis dos ojos,
brotaron dos suaves lágrimas
que bebiste para ver
el sabor de mi vida en esa mañana.

Nos marchamos en silencio,
y en aquella encrucijada
donde una nube dio un beso
a aquel valle
en el que nacieron unas plantas perfumadas,
dos almas se cobijaron
entre el calor de una noche
y la ternura del alba