BESOS

Déjame darte un beso,
de esos que no se olvidan,
ni en otros labios,
ni en otras noches
ni en otras vidas,
de esos que siempre perduran.

De esos que a tu alma estremecen
cuando el amor es verdadero
y siempre es perenne.

Déjame darte un beso
de esos que nunca se terminan,
como las olas del mar
besan suavemente a la playa
con sus espumas cristalinas.

Que nuestros labios
no se separen nunca,
como las hiedras 
que van trepando
por la penumbra.

Déjame darte un beso…
Yo te decía,
déjame dártelo,
porque se me escapa la vida,
que los besos son el idioma
del amor y de las caricias.

Un día me diste
ese beso que yo te pedía,
tenía el sabor de la miel
y de las caracolas marinas.

Bésame despacio, 
yo te decía,
bésame sin prisas
que quiero recuperar
las nostalgias perdidas.

Que se detenga el tiempo,
que se detengan las horas,
para ser recordado siempre
en nuestra historia.

He soñado tanto
con este momento
que siempre lo llevaré
en mi corazón
y en mis pensamientos.

Fue un beso tan tierno
que todavía hoy
lo llevo bien dentro,
era tan dulce
como la espuma del cielo,
y tan suave
como una lluvia de terciopelo.

Y es que toda tú
sabes a besos,
sabes a ternura
sabes al amor 
que llevas dentro…

Déjame darte un beso
para que nunca te vayas,
para que te enamores,
para que te llegue al alma…
para que nunca me olvides,
ni por las noches
ni a la salida del alba…





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