(A Maria de la O con todo mi amor y cariño)
Cuando
te abrazo, mi viejo ciprés,
siento
venir hacia mí tus sentimientos,
abrazo
a tu corteza, y siento tus pies
y
me uno contigo en un momento.
Ay
mi viejo ciprés…cuanto te quiero,
cuantas
cosas habrás visto pasar,
cuantas
lluvias, cuantos soles,
y
cuantas lunas te habrán hecho llorar.
Pero
yo necesito, mi viejo ciprés,
que
me abrigues con tus brazos,
porque
esta noche va a ser muy fría…
quédate
a mi lado por favor….
hasta
que vuelva el nuevo día.
Déjame
acariciarte
mi
dulce amigo ciprés,
déjame
sentirte que eres mi vida,
déjame
que te ame, mi viejo ciprés,
déjame…. hasta
el fin de mis días…
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