(A
mi madre que está en el cielo)
Gorrioncillo
mañanero que surcas los siete mares
volando
el azul del cielo y enamorado del aire,
tu
si quieres y eres libre y sin que nadie te pare
vuela
presto y dile a Dios, que es nuestro querido Padre,
que
estoy dolorido y triste en este mundo salvaje.
Que
veo a la vida pasar, sin que nadie a mi me ame,
quiero
que me alumbre el sol cada día al levantarme,
ver
en el cielo estrellas cada noche al acostarme,
mil
caricias en mi cara, un beso de amor de madre,
dile
que la extraño mucho, que me recoja en sus brazos
como
hacia siempre siempre cuando caía la tarde.
Gorrioncillo
ve y dile, muy despacito a mi madre,
que
la echo mucho de menos, que sin ella no soy nadie,
que
allí donde ella está, donde sólo habitan ángeles,
algún
día estaremos juntos allí en la casa del Padre.
Siempre
me sentiré niño, junto al calor de mi madre,
pues
aquí nadie se queda , de morir no se escapa nadie,
y
muy cerquita de Dios… espero encontrarte madre.
Este poema se lo dedico a mi madre que está en el cielo y que nos está ayudando mucho. Te echamos mucho de menos y te queremos tambien mucho. Cuidanos.
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