LA AMAPOLA Y EL CLAVEL



Una amapola sufría
por el amor de un clavel,
para que ella no sufriera,
un día yo la corté.

Al cabo de cierto tiempo,
pasé por aquel lugar,
el clavel se iba muriendo
de dolor y soledad.

Qué solo se quedó él,
ya no encontró nada igual,
al llegar la primavera
allí floreció un rosal.

El aroma era distinto,
el color, inusual,
su porte majestuoso
no lo igualaba el rosal.

Además tenía espinas
en sus hojas el rosal,
qué suavidad la amapola,
parecía brisa del mar.

Los insectos la libaban,
y sus alas al volar,
le daban un aire fresco
al calor de su trigal.

En los días de tormenta,
cuando el agua la bañaba,
parecía una barcarola
salida de un cuento de hadas.

Y sus danzas con el aire,
se movía con tal garbo,
que no había nadie que lo iguale
ni las rosas ni los nardos.

No se pudo enamorar
de la rosa ese clavel,
las lágrimas de su llanto,
se las llevó el río aquel…



2 comentarios:

  1. Que linda poesía!! Es como un homenaje a mi querida amapola,y con la música de fondo la hace especial.
    Felicidades por tu gran sensibilidad
    Tu gran admiradora Loly

    ResponderEliminar
  2. que bonita poesía parece como un principe ayudando a una princesa de un abismo.

    tengo 8 años:fiorella.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.