LA NIÑA HILANDERA




El mar con su señorío
agita sus aguas mansas,
los peces revolotean
sobre las espumas blancas.

Noche callada y tranquila,
noche de las velas blancas,
las burbujas de las olas
son de ámbar y de nácar.

Mientras el inmenso mar
agita sus mansas aguas,
las estrellas van cantando
cantos bellos para el alma.

En los barcos, los marinos,
se relevan de sus guardias,
y una niña hilandera
con un huso que es de plata,
va devanando sus hilos
en una luna esmeralda.

Noche tranquila y serena,
noche de viejas nostalgias,
la niña hila un tesoro
de corales y de nácar,
con sus manitas tan blancas,
hila la niña una enagua.

La arena del mar inquieto
se cubre toda de agua,
mientras la niña hilaba,
un angelito la guarda.

Y mientras la niña hilaba
y el mar batía sus olas,
con sus manitas de nieve
hila la niña una estatua
mientras la calandria canta.

La noche toca a su fin
y en el medio del jardín
se dibujó un arco iris
y un capullo de alelí.

Cuando el sol se levante
al llegar la mañana,
la niña habrá hilado
con hilos de plata
un mar azul de horizonte
con las espumas doradas.

Con los hilos de la luna
la niña la arena bordaba...
mientras doce golondrinas
con sus trinos la cantaban...

1 comentario:

  1. Con los hilos de la luna
    la niña la arena bordaba...
    mientras doce golondrinas
    con sus trinos la cantaban...
    Enhorabuena es precioso.

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