LA COMETA DEL NIÑO


En mi barrio había un chiquillo
que jugaba con su aro siempre en las mismas aceras,
y pensó en fabricarse
una pequeña cometa.

En un baúl encontró
todo para poder hacerla:
papeles viejos y usados,
trapos viejos, viejas cuerdas,
una muñeca de trapo
y astillas de caña hueca.

La puso un hilo de seda
que se lo quitó a su abuela
y que ella los usaba
para bordar viejas telas.

Por las calles de mi pueblo
el niño la mantenía
en el aire a su cometa,
y al llegar frente a mi puerta
el niño se detenía
y miraba a las estrellas.

Una tarde de tormenta,
se extravió la cometa,
y me la encontré quebrada
en una vieja cuneta.

Cómo lloraba el chiquillo
al ver como su cometa
se perdía entre la lluvia
jugando el viento con ella...

Todos los veranos voy
al mar a ver las cometas
que los niños en la playa
juegan y juegan con ellas.

Las cometas de mi infancia
eran bonitas y bellas,
pero solo me duraban
una sola primavera,

Y vuela y sueña mi alma
como en las tardes aquellas
en que yo las mantenía
en las playas marineras...

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