Yo venía a
buscar algo
sin saber lo
que buscaba
por las
veredas azules
de una nube
solitaria.
En mi
singladura ví,
cosas que no
imaginaba,
volcanes,
ríos y lagos,
alas, cielos
y montañas.
Quise ver la
eternidad,
y me fui sin
encontrarla,
era como
buscar vida
en un
desierto sin agua.
Al viento le
oí decir
que me
subiera en sus alas,
para ver la
espuma blanca
de las olas
estrelladas.
Me subí en
sus dos alas,
me llevó a
un monte gris
cuando la
tarde se apaga,
y desde allí
divisé
los anhelos y
miradas.
El sol me dió
su calor,
y la luna me
besaba,
y en el
lucero del alba
encontré lo
que buscaba.
Encontré
mucha alegría,
mucha paz,
toda la calma,
y mi alma se
dormía
en los
jardines de palmas.
Yo no sé lo
que pasó
en aquella
madrugada,
todo estaba
en el silencio,
era una noche
callada,
era una noche
sin alma.
Una nube fue
a llorar
junto a aquel
lucero malva,
que relucía
con viveza
en el jardín
de las almas.
Preciosa Jose me encanta esa nube que lloraba.Yo no se escribir pero esto lo dice mi alma, que el universo te cubra con su manto de estrella
ResponderEliminary te abrasen en la madrugada
y el roció de la mañana te diga
eres especial con tu poesía
que me llama
a decir sigue siempre escribiendo , y ser feliz cada mañana.
Y si hay una flor te dirá
Gracias Jose por escribir
de mi olor y mi fragancia.
Esta que es Antonia GRACIAS