( Para Beatriz Quezada con mi cariño)
En las orillas de un río
donde beben los luceros,
las estrellas alumbraban
los amores de mis sueños.
Y las abejas libaban
el néctar de mis anhelos,
y las rosas perfumaban
las penas de mis desvelos.
Mi alma moría de sed,
y a la vez seguía latiendo,
la noche tendía su red
con un vuelo somnoliento.
Tus ojos me daban luz,
y tu alma la quietud,
tus manos mucha ternura
y tu barca singladuras…
Volé…en aquél mi gran sueño
muy alto, casi hasta el cielo,
una gaviota a lo lejos
me acompañaba en silencio.
En las orillas de un río,
donde yo lloré mis penas,
el sol con su resplandor
acariciaba tus trenzas.
Y yo sin querer…soñando,
y yo sin querer…sufriendo,
y mis amores penando
y tú sin seguir queriendo.
Las estrellas que alumbraron
los amores de mis sueños,
por las orillas de un río
se fueron con los luceros.
Y en las orillas de un río
donde yo soñé mis sueños,
mi alma se hizo muy tierna,
y…yo te amaba en silencio…
En las orillas de un río
donde beben los luceros,
las estrellas alumbraban
los amores de mis sueños.
Y las abejas libaban
el néctar de mis anhelos,
y las rosas perfumaban
las penas de mis desvelos.
Mi alma moría de sed,
y a la vez seguía latiendo,
la noche tendía su red
con un vuelo somnoliento.
Tus ojos me daban luz,
y tu alma la quietud,
tus manos mucha ternura
y tu barca singladuras…
Volé…en aquél mi gran sueño
muy alto, casi hasta el cielo,
una gaviota a lo lejos
me acompañaba en silencio.
En las orillas de un río,
donde yo lloré mis penas,
el sol con su resplandor
acariciaba tus trenzas.
Y yo sin querer…soñando,
y yo sin querer…sufriendo,
y mis amores penando
y tú sin seguir queriendo.
Las estrellas que alumbraron
los amores de mis sueños,
por las orillas de un río
se fueron con los luceros.
Y en las orillas de un río
donde yo soñé mis sueños,
mi alma se hizo muy tierna,
y…yo te amaba en silencio…
Al leer tus poemas me parece estar tocando el cielo en la tierra.Hacía tiempo que no leía esta clase de poemas tan tiernos y sentimentales.
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