LAS MARIPOSAS NO VOLABAN



En el bello atardecer,
de un beso muy somnoliento,
las mariposas dormían
un sueño en tu pensamiento.

Ya no podían volar,
el aire estaba muy quieto,
como tu amor tan dormido,
como el sollozo del viento.

La luna, con su silencio,
alumbró tanta quietud,
se asomaba muy despacio,
iluminó con su luz.

El mar estaba en la calma
y tu amor en el silencio,
y las mariposas solas
libaban tu sentimiento.

Ya no podían volar,
las mariposas dormían,
yo las fui a despertar
y su alas las batían.

De pronto…el viento sopló,
las mariposas danzaban,
comenzaron a volar
y su vuelo remontaban.

Me subí a una mariposa
de bellísimos colores,
nos fuimos junto a un lucero
a olvidar nuestros amores.

Y…en aquél atardecer
te despertaste del sueño,
las mariposas volvían
a alegrar tu pensamiento.

Volvieron muy silenciosas
esas bellas mariposas,
pero un dia gris de otoño
se marcharon a un madroño.

Ya nunca más volverían,
esas bellas mariposas,
yo…sí las recordaría…
como tu amor…dormirían…

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