TE ESPERE EN LA NIEVE



( Para Zayra Omaet, todo ternura)

Llovía, granizaba, con viento nevaba,
te esperé en la bruma aquella mañana
que tanto nevaba en esa montaña
donde yo en silencio contigo pensaba.

Tanto deseaba verte tu mirada,
tus ojos, tu rostro, tu alma, tu cara
que hubiera dado todo por verte tu estampa,
pero era ya muy tarde, tú ya te alejabas…

Me quedé dormido en esa montaña
donde un manto de nieve cubría mi espalda,
todo por tu culpa, por esa mirada
que tú no querías que yo la mirara.

Pasó mucho tiempo, ahora no nevaba,
alguien allá lejos dejó sus pisadas,
en la nieve blanca, en la nieve blanda,
allí, allí muy lejos veía tu mirada.

Era buna figura muy esbelta, muy blanca,
con una sonrisa que me recordaban
tus labios, tu rostro, tu imagen, tu cara,
eso…era un milagro…es que allí tu estabas.

Me acerqué corriendo hacia aquella estatua,
tan clara, tan pura, tan limpia, tan blanca,
me abriste los brazos, se me helaba el alma,
sí que era verdad, y tú me perdonabas…

Me diste calor y de tanto que helaba
Y del frío que hacia…yo apenas hablaba,
No supe decirte que tanto te amaba,
Hacía tanto frío…y no me besabas.

Nos quisimos mucho aquella mañana
en una cabaña de aquella montaña,
me diste tu amor, yo te di mi calma,
tus lágrimas puras se helaban en mi alma.

Sin decir palabra tú te acurrucabas
junto a mi cabeza y yo te acariciaba,
en un manantial de aguas muy claras
en aquella cima que tan fría estaba.

Y…en esa montaña que llovía y nevaba
tus besos, tus labios a mí me curaban,
tu aliento y tu amor ya me confortaban,
y el manto de nieve ya no me importaba.

…………………………………………….

Cuando desperté, la estatua no estaba,
te llamé con gritos, tú no contestabas,
estaba tan solo, había tanta calma
que un copo de nieve velaba mi alma.

Y… a pesar de todo, aquella mañana,
te seguí esperando en esa montaña
por si tú venías, por si tú llegabas,
había tal silencio…que de pena lloraba.

Por culpa del llanto la nieve se fue,
y allí en un barranco la estatua encontré,
sin pensarlo mucho a ella me abracé,
le dije al oído: quiéreme otra vez.

¿No ves que sin ti nada tiene sentido?
ya no quiero nada desde que te has ido,
vuelve, no te vayas, estoy malherido,
y en sus manos puse un ramo florido.

Y al verlo…la estatua sus labios abrió,
se acercó a mi cara y un beso me dio,
sin decir palabra ella me abrazó,
le hice mil preguntas…y no contestó.

Y…otra vez llovía, con viento nevaba,
estaba contigo, nada me importaba,
cayó tanta nieve, que todo cubrió,
y…allí junto a ti nos cubrió a los dos…

1 comentario:

  1. Gracias por dedicarme este lindo poema.
    La ternura me la alimenta tu gran sensibilidad al escribir.
    Tus poemas son como estas gotas de agua que caen...penetran en quien te lee y deshace el hielo que se pueda tener dentro,terminando por poner en erupción el volcán de los sentimientos...
    Felicidades por tu forma de escribir...Eres Único.
    Tu seguidora fiel: Loly

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