( Soneto )
Señor, estoy aquí, ya he venido
a mi juicio final, es ya mi hora,
después del largo trance, hora tras hora
estoy en tu presencia malherido.
Tengo mi alma llorando, y su latido
estremece a la sombra de la aurora,
ya no gime por mí, de pena llora,
se murió de nostalgia, estoy perdido…
Juzga, dí para qué sitio tengo que ir,
si cielo, infierno o tal vez la nada,
ya cumplí mi jornada, quiero partir…
A tu alma que es tan delicada
la enviaré a un lugar para vivir
con su amor y su calma enamorada…
Señor, estoy aquí, ya he venido
a mi juicio final, es ya mi hora,
después del largo trance, hora tras hora
estoy en tu presencia malherido.
Tengo mi alma llorando, y su latido
estremece a la sombra de la aurora,
ya no gime por mí, de pena llora,
se murió de nostalgia, estoy perdido…
Juzga, dí para qué sitio tengo que ir,
si cielo, infierno o tal vez la nada,
ya cumplí mi jornada, quiero partir…
A tu alma que es tan delicada
la enviaré a un lugar para vivir
con su amor y su calma enamorada…
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