( A Isabel, con mi cariño )
La vida es
como un sueño
que vela
la noche silenciosa,
donde
unas puertas se abren
y otras se cierran.
Donde
todo se renueva
como la flor y el árbol,
mientras,
la historia va contemplando
el transcurrir de los momentos,
a veces inseguros
como estatuas perennes.
Pero...
no dejes dormir tus sueños
para que aniden en tu recuerdo
el polvo y el olvido...
Atrévete
a degustar el aroma cálido
que te acaricia
como una brisa sinuosa
junto a un cielo de nácar,
frente a un mar
lleno de ilusiones y fantasías.
Allí,
un marinero que navega
en una barca con tu nombre,
llena de sales marinas,
te está esperando en la playa
para hacer la travesía
más bonita de tu vida...
Atrévete,
ahora que las fuentes se oyen,
ahora que los pájaros cantan,
ahora que las estrellas brillan
y te sonríen al alba.
Súbete a esa barca
para contemplar
junto a ese marinero
los trocitos de noche,
donde la luna llena ilumina
los lirios blancos del alma,
para escuchar juntos
el eco lejano
de la cascada de tus risas...
Atrévete,
para que no tengas que decir nunca:
un día lloré...y él ya no estaba...
un día reí...y él se ausentaba...
un día soñé...y al despertarme...
la barca...tampoco estaba...
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