IN MEMORIAM



( A José Perea Rubio, amigo del alma )

José, amigo del alma,

de soledades y sueños,

te marchaste muy temprano

en el silencio de un sueño,

nos dejaste sin palabras,

nos dejaste sin tus versos.


Recuerdo que era de noche,

cuando tu alma de plata

abandonaba tu cuerpo,

y que había estrellas lejanas,

y Dios se hallaba muy lejos.


La muerte vino a buscarte

y la seguiste en silencio,

ya no hay nadie que recite

aquellos versos de ensueño

que un día escribimos juntos

junto al fuego de unos leños.


José, amigo del alma,

¿porqué te fuiste en secreto?,

pienso que es porque Dios

te quería en su firmamento.


Algunas noches me acuesto,

y miro hacia los luceros,

y parece que te veo

recitando allí tus versos.

Ven un día a decirnos

si detrás de este mundo nuestro

existe alguna otra vida

sin inquietud, sin desvelos.


José, amigo del alma,

aun me duele tu recuerdo,

y es que los elegidos

os vais siempre los primeros.


Ayer ví a las estrellas

que te llamaban a su encuentro,

y tú te fuiste a buscarlas

para ser su compañero,

y recitar todos tus versos,

allí junto a los luceros...


1 comentario:

  1. José, tu recuerdo permanecerá siempre en mi alma. Al marcharte tú nos dejaste solos y con mucha pena.Imagino que desde donde te encuentres estarás viendonos con el silencio del alma, que es el mayor de los silencios.

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