CUANDO TODO TERMINA

Cuando todo se apaga,

cuando todo termina,

cuando nadie dice nada

en una noche perdida.

Cuando pasan las noches

y llega muy pronto el día,

sin recibir nada a cambio

porque todo es mentira.

Cuando las noches son largas,

cuando todo es oscuro,

cuando en esas noches

no sopla ni el viento,

ni hay nadie que te de

ni un solo beso perdido,

y se está muy inseguro.

Cuando en la noche taciturna

la frente escondes en tu mano blanca,

y oyes la voz del eco que retumba

cuando la lluvia golpea tu persiana,

y hundes tus ojos en la almohada y lloras,

y estás muy solitaria y desesperada.

Cuando el amor viene como las olas,

y es un amor que no es seguro,

y es un amor que se ha perdido

pero alguno se ha enamorado,

y el amor en él ha permanecido,

y solamente, uno lo ha sentido,

y sientes que el amor

se te escapa del nido,

y hay gaviotas que vuelan

sin ningún rumbo fijo.

Cuando el amo al que uno sirve

te haya arrancado al amor de tu nido,

y te destine a los campos más lejos,

para hacer los trabajos más duros.

Cuando el cielo y la tierra

a amar os estén convidando,

pero entre tanto a tu lado

la muerte te está acechando,

presta a salpicar con sangre

las bellas flores del prado.

Cuando ya no hay más lágrimas

porque los ojos se han secado,

porque todo ha terminado

y todo está muy oscuro,

frío y muy destemplado.

Cuando todas las estrellas

no te miren desde el cielo

y los vientos se arremolinen

en tus suaves cabellos,

pero una cálida brisa

tampoco te da ni un beso.

Cuando sientas que cada tarde

te trae el eco de sus suspiros,

y llevas grabado su nombre

en tu boca, en tus labios

que sientes estremecidos

Cuando tengas pocas cosas suyas,

ni una foto, ni una carta,

ni un poema, ni una rosa seca,

ni te recuerdes de sus caricias.

Es porque el amor está muerto,

y has llegado al final de tus días,

con el alma deshecha

y las manos vacías.

Y lo es también,

porque hay alguien

que tiene el alma rota

y que sigue soñando

para encontrar otro amor

que quizá se encuentre entre las olas.

Y es que no se puede

caminar contra el viento,

ni nunca jamás caminar,

sin la menor noción del tiempo,

con el corazón siempre muerto,

hasta sentirse como yo ahora me siento…

después de leer este poema...

con mi corazón casi muerto…