Déjame decirte,
que quizá algún día
beberé contigo
el cáliz de tu existencia.
Traeré,
en las noches de tus sueños,
antorchas encendidas,
que velarán
el concierto de violines
acariciando el humo de tus leños.
Y recorreremos juntos,
si tú quieres,
todo el universo,
para conocer de cerca
el misterio más eterno.
Déjame decirte,
que al beber mis anhelos,
un canto de calandrias
te dirán que te quiero,
y sembraré para ti
en un arco iris,
lirios de color azul del cielo.
Y te dejaré,
lo que también traje para ti:
el secreto de mi alma
junto con una estrella
y mariposas blancas.
Déjeme decirte,
que te vengas conmigo,
cogidos de la mano
a la esquina de la luna
para escribir allí juntos,
el más largo y tierno poema
de amor, para siempre...
en esa luna clara...
el amor más eterno...
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