con la piel canela,
como una talla
de madera o piedra
bien pulimentada,
como pule el cantero
las piedras cortadas
de una cantera,
y con tanto misterio
como una sirena.
Yo te veía muy bella,
tus cabellos lisos,
tu figura tersa,
tus pechos de luna
como madreperlas.
Cómo relucían
aquellos dos pechos
recién cincelados
en esa cantera…
Parecían dos perlas
cuando el firmamento,
en las noches serenas
se llena de estrellas.
Tus labios porosos
la pasión encierran,
tu sonrisa es blanca
como la azucena,
tus manos divinas
están esculpidas
para las caricias,
para las caricias más tiernas,
son como dos ramas
que al cielo se elevan.
Tus ojos misteriosos
están esculpidos
de esmeraldas bellas,
son como dos luceros
que brillan en la sierra.
Te veo tan hermosa
tendida en la arena,
que los rayos del sol
te van bronceando
tu piel de canela.
Y tocas el arpa
con la luna llena,
cuando te recuerdo
te veo muy bella.
Con ese paisaje
de tu piel morena,
mi alma se recrea
al mirar tu cuerpo
color de canela.
Y mil pensamientos
a mi alma llegan,
y cuando te contemplo...
hacia ti me llevan…
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