Un hombre va caminando
por un caminando escondido,
tiene blanca la mirada
y el corazón encogido.
Unos frutales le aroman
aquel camino perdido,
las encinas le dan sombra,
el sol brilla muy encendido.
Su pena va devorando,
sus llantos los va bebiendo,
con sus lágrimas regando
los suspiros de su aliento.
Hace un alto en el camino,
ya no le pregunta al viento
cuando el eco le traerá
los recuerdos tan añejos.
Ya nunca más la verá,
se fue muy pronto, muy lejos,
en una tarde de otoño.
junto al azul de su cielo
Se levanta y echa a andar
por las sendas aromadas
de frutales y de plantas,
por la senda de las palmas.
A lo lejos oye un eco
de una voz muy delicada
que le dice con respeto
esta frase enamorada:
Me fui por morir de amor,
me morí por tu querer,
me fui sin sentir calor,
siempre allí te esperaré...
Siguió el hombre su camino,
y en una nube muy blanca
en un cerro se perdió...
y se durmió para esperarla...
Que cancion mas romántica y especial. Te felicito de nuevo porques de los blogs que ya quedan pocos en este mundo prisas y de violencias. Un beso.
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