En una choza muy humilde
se escucha el llanto de un niño,
tiene miedo de estar solo,
por eso no se ha dormido.
No volverá quien espera,
se marchó a otro destino
por veredas invisibles,
por unos largos caminos.
Pasó el tiempo muy deprisa,
la nostalgia fue su ritmo,
tiene un recuerdo muy vago
de una tarde de un domingo.
Las campanas de la ermita
tocaron muy despacito
por aquél que se había ido
cuando era pequeñito.
Tienes que ser un buen hijo,
recuerda que se le dijo
aquella tarde tan triste
cuando lloraba de niño.
Tendré solo por amigos
las golondrinas y lirios,
y no me iré de la choza
aunque me muera de frío.
Y sembraré aquella tierra
como cuando iba contigo,
y cuidaré los rebaños,
tendré a Dios por mi testigo.
Con los pétalos caídos
de las rosas de mi huerto,
construiré una cabaña
por donde tú te habías ido.
Y entonces yo pensaré,
que en ella estás muy dormido,
que es lo que yo me creía
cuando era solo un niño.
hola
ResponderEliminarelegi al azar este poema, y de corazon te digo, q me emociono hasta las lagrimas
lo escuche con la musica que suena, y me senti transportada a mi infancia, tengo 46, asi q sabras q esta musica era la q se escuchaba cuando eramos chicos, verdad?
quiza me emocionó mucho, porque ya no tengo a mis padres, y mi familia se fue desmembrando, por eso quiza esta nostalgia al leer tu hermoso poema
te mando un abrazo desde argentina, gracias por seguir mis blogs, espero te gusten :)
de a poco ire leyendote, me gusta tu modo de escribir
besos
claudia