Marinera,
tu alma,
es de marinera,
bañada por las arenas,
con el sabor de la sal
y caracolas por hiedra.
Cubierta
por muchas algas
en vez de una cabellera,
tu voz es como un susurro
que solo a la playa llega.
Un día
te has transformado
en una sirena bella
que canta a los marineros
cuando la mar está quieta.
Marinera,
tu alma es de marinera,
la mía se ha hecho gaviota
para poder encontrarte
donde no rujan las olas.
Quiero
que estés en tu mar
y poder beber tu sombra
en las aguas cristalinas
que se mecen en las rocas.
Marinera,
quiero morir en tu costa
allí donde tú estés sola,
y con tu sonrisa dulce,
dame un beso de tu boca...
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